Ojala pudiera poner en penitencia mi paciencia, para no esperarte.

lunes, 23 de mayo de 2022

Ojalá.-

Ojalá resignifiques todas las canciones; las borres y las vuelvas a escribir.

Ojalá que esas letras que elijas usar, conjuguen palabras hermosas, de esas que, un día cualquiera, y totalmente de la nada, algo despierten en mí, de tal manera que me hagan exclamar "¡esa palabra me gusta!". 

Como cuando, un día, dejé de besarte para decirte, atropelladamente, que mi palabra favorita era "esdrújula", porque se define a sí misma. Y te reíste, mucho, con ese gesto tan tuyo de total incredulidad ante mis ocurrencias. Pude leer en tus ojos lo que no dijiste en ese momento, pero sí aquella vez que me preguntaste si tenía un lunar favorito, y te contesté que sí, que el del brazo izquierdo, que tenía la forma de un beso. 

"¿Siempre tenes respuesta para todo?" preguntaste, entre risueño y asombrado. Asentí riéndome, sin saber que era presa de mi propia mentira:

   1- porque mi lunar favorito no es ese, en realidad, sino que con el tiempo me di cuenta que mi lunar favorito es el de tu ojo, tan peculiar como vos mismo, cuando me miras de tal forma, que siento que me atravesas y te quedas, quizá para siempre, en mi pecho.

    2- y porque no tengo siempre las respuestas a todo. 

De hecho, hoy, me pregunto por qué me hiciste tanto daño y aún no puedo responderlo.

Pero lo que sí puedo decir, con total certeza, que la palabra "siempre" entre nosotros, en realidad nunca existió. Usarla fue un mal presagio, pero no debemos de condenar a las palabras por nuestros propios castigos.

Por eso es que ojalá, esta vez, cuando le preguntes a ella si siempre tiene las respuestas, espero fervientemente que te diga que no, para que aprendas a buscarlas con ella, como no te animaste a preguntarmelas a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario